Se conoce con el nombre de Flores de Bach a 38 preparados artesanales y no farmocológicos que se elaboran macerando en agua y brandy flores de distintas especies.
Se llaman así por su creador, el Dr. E. Bach que defendía que para prevenir problemas físicos había que tratar los problemas emocionales.
Bach fué un Licenciado en Ciencias. Médico cirujano, bacteriólogo, patólogo y homeópata inglés, que según sus seguidores, no sólo creó un sistema terapéutico, también creó un sistema de pensamiento.
La terapia con flores de Bach está considerada como una terapia médica alternativa pero su clasificación es difícil y generalmente es considerada como una variante de la Homeopatía, algo con lo que no están de acuerdo muchos de sus practicantes, pero que sirve para que su venta quede sujeta a las reglas que rigen los productos homeopáticos.
Como ya decíamos un poco más arriba, Las flores de Bach se utilizan para tratar estados emocionales partiendo de la idea de “tratar al individuo en vez de a la enfermedad”, es decir, solucionar el problema emocional para resolver la enfermedad física.
Las 38 esencias florales se pueden clasificar en 7 grupos que engloban los distintos estados emocionales del individuo: miedos, incertidumbre, desinterés, soledad, facilidad para ser influenciados por los demás, desesperación y preocupación en exceso por los demás.
Para hacer la mezcla de flores de Bach podemos acudir a terapeutas especializados en la terapia floral o elaborar personalmente la mezcla teniendo en cuenta nuestra situación, personalidad o estado emocional.
Si lo hacemos así, tendremos mucho cuidado de leer bien las caracteríaticas de cada flor para elegir cuidadosamente cuales son las que nos hacen falta, nunca más de 7 flores.
Yo te recomiendo siempre el asesoramiento del especialista.
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