miércoles, 6 de marzo de 2013

El aceite

Hoy en día sabemos que existen muchísimos aceites que se obtienen de distintas fuentes vegetales y que son utilizados en la cocina, la cosmética y farmacia. Ya no sólo cocinamos con aceite de girasol o de oliva, aunque siguen siendo los reyes, sino que podemos dar un toque especial a nuestros platos usando alguno diferente. Vamos a ver cuales son los que más utilizados.

El aceite de girasol

Es el aceite extraído de las pipas o semillas de girasol y lo bueno es que esté extraído en frío y de primera presión para que mantenga sus extraordinarias propiedades y su cualidad más importante es su alto contenido en vitamina E, conocida como vitamina de la belleza,  y ácidos grasos no saturados esenciales para el ser humano. Esto junto a su riqueza en ácido linoléico y oleico  ayuda a reducir el riesgo de sufrir problemas circulatorios y cardiovasculares por su cada vez más reconocida eficacia a la hora de regular el metabolismo del colesterol ayudando a mantener limpias las paredes internas de las arterias.
Lo ideal sería compaginar el uso de este aceite con el de oliva para así beneficiarnos de ambos.
Es ideal para consumir en crudo pero también para freir ya que tiene un sabor muy suave. Se utiliza mucho para la producción de margarina.

El aceite de oliva

El rey de la dieta mediterránea, si es virgen es el zumo de la aceituna, por lo que conserva todo el sabor y propiedades nutritivas de este fruto. Es rico en ácido oleico, con efecto muy beneficioso sobre el colesterol bajando las tasas del malo, e incrementando las del bueno.
Si es aceite de oliva virgen extra, es decir el obtenido de la primera presión en frío, es muy rico en vitamina E, que ya hemos comentado que es muy beneficiosa para el cuerpo humano. Tiene efectos anticancerígenos, favorece la digestión, estimula el crecimiento y favorece la absorción del calcio y la mineralización. Hay quien le llama la medicina natural.
Por su sabor suave este aceite resulta muy adecuado como aliño en crudo, para la elaboración de salsas tipo mayonesa  y una sanísima alternativa  a las margarinas y mantequillas.

El aceite acalórico Ordesa 

Es un aceite para dietas de adelgazamiento que está elaborado con aceites de parafina y oliva en las proporciones adecuadas que le permiten conservar el “bouquet” de un buen aceite de mesa.
Una dieta de adelgazamiento suele ir acompañada por la supresión total del aceite empleado en los guisos y frituras y permitir una dosis muy reducida que ordinariamente se emplea en los aderezos de verduras y ensaladas. Este aceite permite el aliño de estos manjares, haciéndolos apetitosos, sin un aumento apreciable de materia grasa. Además regula el tránsito intestinal, algo sumamente importante en las dietas de adelgazamiento.
Los inconvenientes que podría presentar una medicación prolongada a base de parafina se ven minimizados por la adicción de caroteno.
Está recomendado a las personas con sobrepeso, obesidad, estreñimiento, pereza intestinal. En curas de adelgazamiento en diabéticos, hipertensos, reumáticos, etc.
En comparación con el aceite de oliva tradicional, una cucharada (15 ml) de aceite acalórico suministra 13,5 Kcal frente a las 135 Kcal del primero.
Por otro lado, 1 cucharada sopera de aceite contiene 15 g de grasa, mientras que una cucharada del aceite acalórico contiene 1,5 g de grasa, lo que permite aliñar los alimentos generosamente.
Debe emplearse únicamente en crudo y nunca debe utilizarse para freír o guisar.
Para el aderezo de los alimentos puede usarse solo o mezclado con vinagre, limón, etc. Para preparar mahonesa, romesco y otras salsas.
También puede ser ingerido solo, como lubrificante intestinal.
Por lo demás no se le conocen contraindicaciones si se respetan las dosis y se tiene en cuenta su efecto laxante. (Como siempre, consulta con tu médico)

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